Tu felicidad depende de ti mismo y de lo que decidas hacer con tu tiempo. Acéptate como eres. Responsabilízate de tu vida, y saca el mayor partido de ella. El pasado ya se fue, el futuro no ha llegado. Decide ser feliz ahora.

Recuerda que tú eres un ser único y que eres la persona con la que más tiempo pasas al día, todo lo que no te gusta de ti, puedes cambiarlo si así lo decides. Tú sabes mejor que nadie lo que necesitas y lo que te hace feliz. Si durante mucho tiempo te has olvidado de ti mismo, puede que tengas que averiguarlo.

Eres la consecuencia de tus actos. Si no te gusta lo que tienes, puedes cambiar tu forma de actuar para tener otras cosas más adecuadas para ti. Si empiezas ahora mismo a hacerlo tu mañana será diferente.

Lo único importante para ti es el presente. El pasado ya no volverá, no te martirices con los remordimientos, déjalos en el pasado. El futuro lo realizas cada día con lo que haces en el presente, lo marcas tú con tu quehacer diario. Te interesa hacer ahora aquello que es mejor para ti y eso es lo que debes hacer. Lo que hiciste fue por ignorancia, ahora que tienes más conocimiento harás las cosas mejor.

Tú decides lo que hacer en tu presente, bajo tu responsabilidad y con tu propio criterio. Dite a ti mismo: “Yo siempre decido lo mejor para mí, sin dejarme llevar por las influencias ajenas. Solo acepto aquello que yo en conciencia apruebo y me libero de los chantajes emocionales al no tenerlos en cuenta”.

Debes aprender a practicar el amor contigo mismo, el amor siempre busca la mejora personal y el desarrollarse lo más posible, eso no tiene nada que ver con el egoísmo. El egoísmo busca lo más cómodo, sin tener en cuenta que eso sea lo mejor.

Estando en paz y armonía puedes tomar las decisiones correctas y más positivas para tu vida, seguro de que están inspiradas en el equilibrio entre la inteligencia y el amor.

Utiliza frases positivas, como:

“Quiero vivir alegremente, solo pensando en el día de hoy, lo que quiero hacer y conseguir en este día.

“Bendigo mi vida y todo lo que poseo”.

“Me centro en el momento presente que es lo único que tengo”.

“Vivo mi vida haciendo todas las cosas con cariño, alegría y amor”.

“Pienso en aquello que me interesa, mis pensamientos definen mis emociones. Pienso en cosas agradables”.

“Tengo en cuenta que mis decisiones beneficien a las personas, para buscar el justo equilibrio entre el dar y el recibir”.

“Me siento en paz y siembro la sonrisa en mi cara y el amor en mis ojos”. “Soy sincero e íntegro conmigo mismo”.

“Procuro estar equilibrado y me cuido a nivel físico, emocional y mental”. “Aprendo con facilidad a crear el camino del bienestar y la felicidad”.

“Hago todo el bien que mi conocimiento me permite y decido disfrutar de toda la belleza que hay a mi alrededor”.

“Veo las cosas como son, soy justo y trato a cada uno como se merece”. “Siempre elijo hacer el bien en todas y para todas las cosas”.

Piensa en aquello que te gustaría conseguir en tu vida y trázate un plan razonable para hacerlo. Revisa tu plan de vez en cuando y actúa con flexibilidad, las personas somos cambiantes y es posible que cuando lo estés desarrollando te des cuenta de que puedes mejorarlo.

Hazlo, esto es la prueba de tu propia evolución, da gracias por saber apreciarlo. Incluso es posible que te des cuenta que existen mejores opciones para ti, eso tan solo es una consecuencia de tu mejora personal. Cambia tu plan, adaptalo a tus necesidades actuales, es tu vida tienes derecho a vivirla de la mejor forma posible para ti.

Si eres consciente de tu influencia sobre ti mismo y sobre el mundo que te rodea, serás más prudente en tus actos y vivirás mejor tu vida sacándole más provecho.

Si consideras que estás en esta vida para ser feliz y compartir tu felicidad con los demás. Contribuirás con tu granito de arena a hacer de este mundo un lugar mejor para vivir y desarrollarse. Si todos actuáramos de esta forma este mundo y nuestra vida serían mucho mejores gracias a nuestro propio esfuerzo.