Todos los niños pueden presentar ciertos rasgos de timidez que manifiestan en determinadas circunstancias. El niño tímido se caracteriza por la actitud de temor que revela en diferentes ocasiones al relacionarse con su medio social inmediato. Los niños tímidos prefieren no hablar con otras personas, se esconden, se sonrojan, hablan poco, prefieren estar solos, etc. Los problemas de los niños tímidos pueden estar causados por falta de autoestima y de confianza en ellos mismos.
Esta actitud durante los primeros años de su vida no tiene mucha importancia, pero si permanece a lo largo del tiempo hay que actuar sin posponerlo demasiado para ayudar al niño a superarlo y que esto no pase a ser un problema.
Los factores emocionales y ambientales que el niño vive tienen una gran importancia influenciándole para aprender este tipo de conducta, aunque no se descartan factores genéticos. Los padres deben tener cuidado en no criticar, ridiculizar, desvalorizar o castigar al niño con frecuencia, también es importante dejarle comunicarse y expresar sus emociones. Pues puede que la timidez sea un escudo que utiliza para protegerse de ciertas situaciones donde se siente incapaz de salir airoso porque dude de su habilidad y capacidad para ello.
El psicólogo ayudará a los padres a cambiar la forma de relacionarse con el niño generando la autoestima y confianza que necesita para que le aporte fortaleza y seguridad ayudándole a desarrollar su personalidad. Los padres pueden ayudar al niño tímido tratándole con mucho amor, mostrándole su afecto y su apoyo, que sepa que lo valoran, que es muy importante en sus vidas y que siempre puede contar con ellos.
Cosas que podemos hacer para ayudar al niño tímido:
-No compararle con otros niños (pues le causará sufrimiento y
ansiedad).
-Aceptarlo como es con sus cualidades y defectos (no todos son perfectos, simpáticos, muy habladores, etc.).
-Enseñarle a pensar y razonar para descubrir el solo la solución.
-Observarlo y felicitarlo por todo aquello que haga bien.
-Demostrarle aprobación cuando consigue hacer cosas que le cuestan.
-No obligarle a realizar cosas para las que no está preparado.
-Fomentarle el que participe en actividades en grupo y que se relacione con otros niños.
-Presentárselo a conocidos y hablar bien de él con personas que el niño no conoce.
-Fomentar el jugar con él en algún parque e invitar a otros niños a jugar con nosotros (a la pelota, etc.), hacerles preguntas a los niños y después dejarlos jugar a ellos solos cuando lo veamos oportuno.
-Animarle y dejarle jugar con los niños vecinos.
-Relacionarse los fines de semana con amigos que tengan niños aproximadamente de su edad.
-Organizar reuniones en casa con otros niños o invitar a primos, niños de amigos, vecinos, etc.
-En el colegio participar en actividades extraescolares y de ocio. En el Centro de Psicología Huércal de Almería deseamos que la educación de tu hijo te resulte fácil y la sepas afrontar con éxito.
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