Para adquirir el conocimiento necesario hasta que nuestra conciencia se haya desarrollado lo suficiente como para seguir avanzando por nosotros mismos, es imprescindible que nos pongamos en contacto con personas que puedan ayudarnos, pues así nuestro avance será mucho más rápido y eficaz. Es muy importante saber elegir aquellas personas que creamos nos pueden aportar el conocimiento que nosotros necesitamos. Para realizar una buena elección es muy importante que sepamos diferenciar al sabio del oportunista.
, El oportunista, la persona que no se dio el tiempo necesario para interiorizar el conocimiento y que solo pretende hacer ver que sabe, no tendrá ningún reparo en decirnos aquello que queremos escuchar, aunque esto no sea lo mejor para nosotros, ni lo más conveniente.
El sabio solo pretende expandir el conocimiento, profundizar en la esencia de las cosas y que la verdad se haga patente, hacer que la persona reflexione, porque sabe que la vida será mejor cuanto más evolucionadas estén las personas. El oportunista solo pretende hacer ver que sabe y convencer al otro de sus propias ideas, no profundiza en la esencia de las cosas, ni busca la verdad, solo busca su propio beneficio, por eso intenta enmascararlo.
El objetivo del sabio es que la persona que acude a él en busca de ayuda aprenda a solucionar sus propios problemas mediante la aplicación del conocimiento para que en el futuro sea independiente y los pueda solucionar por sí mismo. El objetivo del oportunista es crearle dependencia a la persona para que necesite de él, teniendo que recurrir una y otra vez cuando tenga un problema para que se lo solucione.
Al sabio le acompañan las virtudes de la humildad, la serenidad y la paciencia. El oportunista es arrogante, impositivo e hipócrita, siempre intenta guardar las formas para dar otra impresión.
Ante algo que desconoce el sabio lo dice directamente, el oportunista cambia el tema, le da la vuelta, pero no reconoce su desconocimiento sobre el tema.
El sabio siempre es imparcial, el oportunista no puede serlo, aún no ha evolucionado lo suficiente.
El sabio está equilibrado y actúa como piensa y siente, pero no suele decir siempre todo lo que piensa (sino lo que es conveniente para la persona que escucha), pero si piensa todo lo que dice. El oportunista piensa de una forma, siente de otra, actúa de otra diferente y lo que intenta por encima de todo es impresionar haciendo gala de grandes conocimientos.
Cuando se tiene sabiduría se es honesto, pacífico, bondadoso, compasivo, imparcial y sincero, su experiencia se fundamenta en su propio conocimiento sobre las cosas que le funcionan y eso es lo que hace. Su conciencia está desarrollada. Sabe que mentir a otros es mentirse a sí mismo, que es la mayor traición y la mejor forma de no evolucionar. Utiliza su experiencia como herramienta para mostrarles la verdad a otros. El sabio comunica sus conocimientos y otros aprenden de él y con él. El sabio es una persona que tiene una mente abierta, disposición para aprender, es justo y se caracteriza por su alta capacidad de entendimiento y por obrar correctamente. El oportunista aprovechará al máximo las circunstancias para obtener todo el beneficio posible sin tener en cuenta principios ni convicciones, es una persona egoísta que pretende siempre aprovecharse de una situación sin importarle mucho quien pierde con tal de que él gane, aún a costa de su propia dignidad, por encima de todo es hipócrita e intentará mantener las formas y las apariencias para no demostrar como es en realidad.
El ser sabio es debido a la actitud que adopta la persona de rectificarse y ser mejor superando sus debilidades, afrontando con valentía y decisión su propia vida, cambiando aquellos aspectos que no le gustan. El sabio toma una decisión y actúa, no vive pensando en actuar, ni posponiendo su decisión, ni se plantea lo que pensará cuando haya terminado de actuar. Él hace todo lo que está en su mano, todo lo que depende de él y se queda en paz, el hecho de que los resultados no sean los esperados no le preocupa. Es igual a cualquier otro hombre pero sabe controlar su vida y sabe que su vida es demasiado corta para desperdiciarla en tonterías.
Si tienes en cuenta estas actitudes, eres observador y los aplicas a las personas con las que tratas asiduamente podrás identificar fácilmente aquellos que tienen más sabiduría de los que intentan solo hacer ver que la tienen. Siendo una información muy útil para aprender a conocer a las personas y reconocer fácilmente a los hipócritas y farsantes.
En el Centro de Psicología Huércal de Almería, estamos para ayudarte y te ofrecemos conocimiento para que tu vida mejore a todos los niveles y te resulte más fácil afrontarla y relacionarte con tu entorno. El peor enemigo del hombre es la ignorancia y en él está la decisión de adquirir conocimiento y ser libre.
Comentarios recientes