La depresión es un trastorno psicológico del estado de ánimo que es muy frecuente en nuestra sociedad y suele afectar mucho, tanto a la persona que lo padece como al resto de su familia, sobre todo a los que viven con ella. Su síntoma habitual es un estado de abatimiento e infelicidad que con el tiempo suele pasar de transitorio a permanente.
Este trastorno perjudica principalmente el nivel afectivo de la persona en todos los ámbitos de su vida y puede tener diferentes grados de intensidad, manifestando tristeza patológica, decaimiento, irritabilidad y malhumor. Puede manifestarse como un padecimiento leve siendo fácil de erradicar con ayuda de un especialista y sin ninguno o apenas tratamiento médico, hasta los casos muy graves que pueden llevar a la persona incluso a pensar o intentar el suicidio.
La causa de la depresión puede ser conocida o desconocida pero es muy importante buscar ayuda cuando nos sintamos abatidos, con el ánimo más bajo de lo habitual, cansados, desganado y con tendencias a encerrarnos en nosotros mismos aislándonos de los demás, para que la situación no se agrave y busquemos ayuda cuanto antes, pues en estos primeros estadios del trastorno es mucho más fácil de eliminar que en los casos en que la persona debido a un estado de ánimo bajo permanentemente ya ha realizado cambios profundos en su manera de pensar, sentir y en su comportamiento.
Uno de los síntomas más característicos de la depresión es la tendencia a deprimirse, perdiendo el interés por lo que le rodea y dejando de disfrutar de la vida que se hace. La persona va cambiando y deja de realizar las actividades cotidianas de la vida y de interesarse por las mismas cosas que antes, cambiando sus costumbres y volviéndose irritable y ansiosa, con problemas de sueño, cambios en el apetito, cansancio excesivo y continuado, presenta dificultad al concentrarse, le cuesta tomar decisiones, suele sentirse inútil, culpable y suelen presentarse dificultades con el deseo sexual. Todo esto disminuye su rendimiento en el trabajo y limita mucho la actividad vital habitual.
La depresión en su estado más grave se caracteriza por una forma de pensar negativa de la persona sobre sí misma, los demás y todo lo que le rodea, bajo ese prisma suele ver el pasado, el presente, el futuro y cualquier acontecimiento de su vida lo ve desde una perspectiva pesimista. Especialmente hay que tener cuidado cuando se presentan pensamientos recurrentes de muerte o intenciones suicidas, incluso con intentos reales de llevar estas ideas a cabo.
Las actividades normales de la vida diaria requieren de grandes esfuerzos por parte de la persona para poder realizarlas, incluso de las tareas obligatorias y fundamentales para el mantenimiento de la vida como lavarse, vestirse, salir a comprar, ir al trabajo, estudiar, limpiar la casa, hacer la comida, etc. Dejan de disfrutar con las actividades lúdicas habituales o no producen el mismo grado de satisfacción que antes.
Los motivos pueden ser muy variados como el estrés, una decepción sentimental, la contemplación o vivencia de un accidente, asesinato, tragedia, una elaboración inadecuada del duelo por el fallecimiento de un ser querido, el consumo de determinadas sustancias (alcohol, sustancias tóxicas), predisposición genética o un condicionamiento educativo, etc.
En el Centro de Psicología Huércal de Almería estamos preparados para ayudarte superando las dificultades que puedan presentarse en tu vida para que tu estado de ánimo sea estable y placentero.
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